En la actualidad la alta incidencia de violencia familiar, acoso escolar, violencia sexual e incesto, es alarmante. Basta con leer los titulares de los diarios para darnos cuenta de que la salud psicológica y mental de las personas está siendo afectada. Esto, sin duda, tiene graves consecuencias que podrán evitarse si diera mayor importancia al trabajo de prevención.

Con esas palabras, la decana nacional del Colegio de Psicólogos del Perú, Teresa Machado, inició su conferencia “Salud Mental: importancia de la intervención psicológica” en la Universidad Continental. La especialista explicó que el 41% de mujeres fue agredida alguna vez de manera física y psicológica, el 83% a veces y el 16% con frecuencia. Dijo que, de todos los casos de delito contra la libertad sexual el 73% son mujeres, el 94% de hombres abusados son menores de 17 años, el 9.7% tiene entre 0 y 5 años, el 27.5 entre 6 y 12 años, el 51.5 entre 13 y 17 años.

También existen otros problemas psicosociales que van en aumento. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado que para el 2020 uno de los principales problemas de salud pública a los que se enfrentará la población será la depresión. “Una de cada cinco personas sufrirá depresión en algún momento de su vida”, señaló Machado. “En el Perú, se calcula que un 12% de personas la sufren actualmente. Además, el 15% del que la sufre intenta suicidarse”, agregó.

Ante este peligroso panorama, al que se suman el alcoholismo, la drogadicción, los suicidios, entre otros, el trabajo de salud mental cobra mayor relevancia. “Dentro del concepto de salud encontramos que este se refiere al estado de bienestar físico, psicológico, social, espiritual y ecológico. Sin embargo, el tema muchas veces se enfoca únicamente al tema físico, dejando de lado los otros aspectos”, remarcó la expositora.

Por ello, es urgente elaborar programas eficaces y reales  para prevenir los problemas psicosociales de nuestra población con un enfoque de desarrollo humano de salud psicológica. “Es responsabilidad del gobierno formular y establecer normas y patrones con respecto a la salud de las personas, al interior de los diferentes servicios y de acuerdo a las diferentes necesidades; con personal especializado en esta problemática, así como el financiamiento desde los gobiernos locales regionales  y nacionales”, aseveró la decana.