Aunque un bebé puede ser planificado y esperado con anhelo por la familia, la reacción de aceptación de la madre puede variar luego del parto. Depresión, ansiedad, angustia y rechazo, son algunos de los efectos que ocasiona el desprendimiento físico entre ambas partes, y que incluso puede llevar a múltiples reacciones biológicas negativas. Esta fue una de las conclusiones a la que llegó la Dra. Carmen Rosa Zelaya durante su participación en el I Seminario Internacional de Psicología de la Universidad Continental.

La psicóloga, que participó con el tema «Vínculo temprano e intervenciones preventivas en la relación madre – hijo», señaló que existe existen dos nacimientos en la vida del ser humano: el nacimiento biológico, que es un evento puntual que se da al momento de la expulsión del bebé, y el nacimiento psicológico, que puede tardar algunos meses en manifestarse. «Esta última no se da en el momento del alumbramiento, la mente de la madre sigue ligada al bebé. Ya nació, sí, pero la mamá no lo reconoce como tal», indicó.

Lo que se conoce como depresión post parto es en realidad el reflejo de lo que vivió la nueva madre cuando era pequeña. «Empieza a recrear sus experiencias pasadas sin darse cuenta que es eso precisamente lo que causa sus reacciones actuales como nueva madre», indica la especialista. Añade que para lograr superar la tristeza, angustia, distanciamiento y falta de estímulo que aparece en esta etapa, es fundamental realizar un trabajo previo con todos los involucrados en este proceso. «La familia, el entorno más cercano, incluso los ginecólogos, obstetras y pediatras deben entender lo que está pasando, tener en cuenta los sentimientos y conductas de la mamá para encaminarlas», subraya.