- En el campus de la Universidad Continental, representantes de la academia y del sector empresarial trasladaron los tópicos de la CADE Ejecutivos realizada en Paracas a las realidades sociales y económicas de la región Cusco.
En la sesión regional “Inversión para el progreso”, líderes de opinión del sector turismo y empresarial compartieron sus aportes sobre los actuales riesgos de la inversión privada ya que esto afecta directamente al propósito de generar empleo y, con ello, al crecimiento y desarrollo de la región.
El conversatorio fue conformado por Carlos Milla, ex presidente de la Cámara de Comercio de Cusco; Fernando Ruiz Caro, director de Caja Cusco y Fernando Romero, gerente general del Instituto Cultura Ciudadana en Cusco.
En su exposición sobre la industria turística, Milla mencionó que en el año 2009 y 2010, la naturaleza paralizó la economía cusqueña debido a las constantes lluvias que trajeron consigo la paralización total del turismo en Machu Picchu, a raíz de eso se inició la búsqueda de desarrollo.
“Por ello, se trabajaron cuatro vías de desarrollo como la minería, agricultura, energía y turismo. A partir de esos ejes, en el 2013 Cusco contó con el 17% de PBI; sin embargo, con el desarrollo de las obras inconclusas, la minería ilegal, entre otras acciones, todo se fue reduciendo. Por ello, actualmente, se debe continuar con la minería; en agricultura, impulsar los proyectos agroindustriales; en energía, promover la masificación del gas. Finalmente, en turismo se debe llevar a cabo el Plan de Manejo Territorial de Machu Picchu integrando Choquequirao y motivar a la creación e innovación de los cusqueños”, añadió.
A su vez, Fernando Ruiz Caro comentó que al hablar de la inclusión financiera se habla del acceso de los individuos a las empresas, así como a los productos financieros asequibles de acuerdo con las necesidades de sus consumidores y que, finalmente, son entregados de manera responsable y sostenible.
“Hoy en día, el mercado financiero de Cusco tiene un volumen de 7400 millones en créditos y 6780 millones en comercio, en el sector formal, de los cuales desde Caja Cusco manejamos en ahorros el 32% y en crédito el 29% en la región, logrando con esta inclusión financiera, que la economía de los peruanos que están en el interior del país sirva para su desarrollo. Sin embargo, aún no podemos decir inclusión financiera si no llegamos a todos los rincones del país”, acotó.
Lamentablemente, debido a la incertidumbre política donde los grandes proyectos se encuentran paralizados y por ello, existen dudas de inversión, y esto abre paso a la informalidad.
Con respecto a la proyección de inversión, Fernando Romero señaló que en los sectores a apuntar para el desarrollo son sobre salud, educación y agricultura. Para ello indicó que “las necesidades básicas en salud y educación son las más escasas en la región, esto se demuestra en las notas en evaluaciones de rendimiento educativo a nivel internacional. En salud, el 100% tiene una capacidad instalada inadecuada”.
La agricultura, tiene un mercado informal del 95% y un 73% a nivel de subsistencia. Por ello, a través de PROCOMPITE, que es una estrategia prioritaria del Estado, que constituye a un Fondo Concursable para cofinanciar propuestas productivas (planes de negocio), los gobiernos regionales y locales deben apoyarse para generar mayores ganancias a la región.
Finalmente, el candidato por el movimiento regional Inca Pachacútec, Edu Cuellar puntualizó que “el 90% de PBI lo generan las empresas y dentro de esas empresas resaltan las pymes, por lo que pidió al Estado que brinde las condiciones necesarias para que los inversionistas de las grandes, medianas y pequeñas empresas, quieran continuar en Cusco y se comprometió, en caso de llegar al sillón municipal, acudir al gobierno central para dejar los conflictos sociales de lado y acabar con la inestabilidad que azota la región”.