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  • Annie Liz Tineo, de la carrera de Ingeniería de Sistemas del programa A distancia, enseña lenguaje informático a niños del distrito de Chuschi.
  • Conocimiento impartido permitirá que los menores posean experiencia y competencias en el correcto uso del computador con el fin de no retrasar su desarrollo educativo.

La educación es un derecho que faculta de conocimientos; sin embargo, el alcance tecnológico que acompaña a este desarrollo resulta distante en centros educativos rurales. Ante esta problemática, la estudiante de Ingeniería de Sistemas del programa A distancia de la Universidad Continental, Annie Liz Marjorie Tineo, desarrolló un proyecto para niños del distrito de Chuschi, provincia de Cangallo en Ayacucho, cuyo objetivo fue enseñar el lenguaje informático con el que funcionan las computadoras sin hacer uso de ellas.

De acuerdo con una encuesta del Instituto de Integración del 2016, el 73% de peruanos considera que el acceso y uso de la tecnología en escuelas públicas es atrasada debido al falta de electricidad, internet e incluso computadoras.

“Me di cuenta que aún hay escolares en muchas zonas de nuestro país que no tienen acceso a computadoras y mucho menos a Internet. Por eso, escogí enseñar a los pequeños sobre programación, basándome en metodologías que otros países aplicaron obteniendo grandes resultados”, menciona.

La estudiante narra que el apoyo de la Congregacion de las Hermanas de la Caridad de Leavenworth le permitió establecer un espacio de enseñanza para niños y niñas de Chuschi. “Las hermanas me ayudaron con la convocatoria y el acercamiento con los padres de los niños. Esto fue esencial para lograr un trabajo más eficaz. Tanto los menores y sus padres estaban comprometidos con el trabajo”, agrega.

Annie Tineo recorre tres horas para llegar a Chuschi. Sin embargo, cada sesión y resultados la motivan a continuar con su proyecto. En cada clase, la estudiante resaltó la importancia de la conexión que hay entre símbolos y acciones. En este proceso utilizó materiales didácticos que iban desde impresos, hasta semillas de plantas.

“El interés de los niños es muy alentador. Aprenden muy rápido y con más razón, tenemos que poner atención en ellos. Espero que, cuando continúen con sus estudios superiores, tengan conocimientos previos y avancen cada vez más. No hay límites para aprender”.

La Universidad Continental saluda la iniciativa de Annie y mantiene el compromiso de revolucionar la educación, formando profesionales que busquen solucionar problemas reales, impactando de manera positiva.

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