El poder de la juventud: 6 estudiantes de la U. Continental que hacen realidad sus sueños
La juventud es la etapa en la que vivimos con mayor intensidad, en la que sentimos que todo es posible. Es una época grandiosa en la que enfrentamos cualquier obstáculo y asumimos el poder para lograr cada uno de nuestros sueños. Así lo demuestran estos seis estudiantes, quienes han encontrado en diferentes actividades el secreto para ser felices.
Como en todas las carreras, en Medicina Humana el tiempo puede ser muy limitado. Mucho que leer, trabajos que entregar, exposiciones, guardias… Aún con todo esto, hay estudiantes que dedican sus pocos espacios libres a la investigación. Astrid y Solagne son un ejemplo de ello, pues pertenecen, hace varios años, a la Sociedad Científica Médico Estudiantil Continental (SOCIMEC).
La investigación como estilo de vida les ha traído grandes satisfacciones. Entre ellas la publicación de su trabajo “Asociación de la densidad calórica de la leche materna según parámetros antropométricos de las madres y sus hijos” en la Revista Chilena de Ginecología y Obstetricia indexada a la base datos internacionales de Scopus Medline.
“Es un estudio que tardó un año y que implicó lidiar con nuestra carga académica. Sin embargo, los resultados nos llenan de optimismo y motivan pues Scopus es una fuente de información referente para nuestra carrera”, comenta Astrid quien junto a Solange pretende, con sus contribuciones, seguir aportando a la ciencia.
Mientras esperaba a un amigo para ir a pasear en bicicleta, Jesús Pomalaya encontró una perrita que había parido en la calle a ocho cachorros. El cariño que siente por los animales y ese ánimo de ayudarlos que lo acompañaron desde pequeño, lo impulsaron a iniciar junto a sus amigos, una búsqueda de familias que los acogieran. Así nació Adóptame, un centro de rescate animal que con tres años de funcionamiento (y más de 42 mil miembros en su grupo de Facebook) ha cambiado la vida de centenares de “peluditos” en Huancayo.
Rescate de casos extremos, campañas de adopción, esterilización y sensibilización, marchas pacíficas, recaudación de fondos y más, son actividades que Jesús dirige como presidente de esta organización capaz de superar distintos obstáculos –como la escasez de recursos y poco apoyo de las instituciones – para continuar movilizándose. “Es una responsabilidad muy grande y agotadora que al final me reconforta y motiva”, señala el estudiante de Ingeniería Empresarial cuya meta es formar una ONG para emprender proyectos más grandes a favor de aquellos seres que no tienen voz.
Saúl de la Cruz admite que cuando realizaba su proyecto de iniciativa empresarial, encaminaba sus acciones sin saber muy bien a dónde ir. Fue gracias a la asesoría del Centro de Emprendimiento de la Universidad Continental que aterrizó bien sus ideales y descubrió qué era aquello que motivaba cada uno de sus pasos. Dar alegría a la gente, divertir a las familias, sacar el niño interior de las personas, eso era lo que quería. Por ello, reformuló su plan y hoy trabaja para hacer realidad un centro de diversiones con temática clown.
Como un joven comprometido con su propósito, Saúl asistió a todas las asesorías que necesitaba para hacer realidad su idea de negocio: pulió cada detalle, elaboró un modelo CANVAS e inició el análisis financiero que necesita para finalmente cumplir con la formalización. Y no solo eso, a la par se empapó de la filosofía clown. Se metió a un taller, se hizo voluntario en la ONG Doctores Bola Feliz e incluso siguió una capacitación virtual. “No creí que sería clown, pero siento que hacer feliz a las personas es mi vocación; además complementa la formación que necesito para ser un buen profesional”, asegura el estudiante que cursa el tercer ciclo de Ingeniería Civil”.
Con padres dedicados a las ciencias sociales, Fernando tuvo un contacto prematuro con la historia y arte. Esto lo llevó a tener un interés por el dibujo y la pintura desde muy pequeño y ser autor, a la fecha, de más de 600 obras.
“Comencé tratado de replicar pinturas que encontraba en los libros. Experimenté con el realismo, cubismo, surrealismo, impresionismo, entre otros movimientos”, cuenta el joven artista quien ha llevado su trabajo a exposiciones de Lima y Trujillo.
El estudiante que cursa el onceavo ciclo de la carrera de Derecho asegura que aunque sus estudios le demandan bastante tiempo, siempre encuentra un espacio para dedicarse a lo que le apasiona: el arte. “Siempre me piden cuadros, caricaturas y no me puedo negar. Quiero seguir trabajando en esto y dejar un legado”, agrega.
“El teatro me ha ayudado a desenvolverme mejor, a relajarme e incluso a enfrentar mis problemas. Es el complemento ideal para mi carrera, pues me permite ser más accesible y social”, destaca Luis. Asegura que no tiene problemas en ensayar los sábados y domingos, pues su tiempo es aprovechado en algo que realmente lo apasiona.