Si el derrame de petróleo en el mar de Ventanilla ya era un desastre, de expandirse por el litoral su impacto afectaría a los 120 mil puestos de trabajo que dependen del mar peruano. Entre ellos están los pescadores artesanales de las diferentes playas afectadas por el derrame, estibadores de carga y descarga, operadores de las cámaras de hielo, operarios de limpieza de embarcaciones, entre otros servicios vinculados a la actividad de la pesca.
Así lo sostuvo Francisca Barrios Benavides, directora de Héroes del Planeta, durante su intervención en el webinar denominado “Derrame de petróleo en Ventanilla: impacto y consecuencias”, organizado por la Universidad Continental.
«Los pescadores artesanales son los más afectados por el derrame. Lo irónico es que ellos son los que pescan en embarcaciones sin motor, con anzuelo, cuidando nuestro mar y sus especies, y es precisamente a ellos a los que estamos sacando del mar y dejándolos sin trabajo», sostuvo la especialista.
El problema es más crítico, sostuvo Barrios, pues los pescadores artesanales no pueden cambiar de un rubro de trabajo de un momento a otro. «La mayoría ha trabajado en la pesca casi toda su vida. Son nuestros aliados en el cuidado del ecosistema y a los que deberíamos proteger», añadió.
En su presentación, Barrios Benavides también criticó la actuación de la empresa petrolera generadora del problema, de la que dijo se preocupa por remediar el daño mediático, más que el problema que ha generado. «Estamos a trece días del derrame y nadie sabe si la solución durará semanas o meses», agregó.
El petróleo se solidificará
En la misma presentación, el profesor Erick García, docente de Ingeniería Ambiental de la Universidad Continental, sostuvo que lo peligroso de la demora en la remediación del derrame es que el petróleo se irá sedimentando o solidificando con el transcurrir de los días. «Sucederá así porque el petróleo entrará en contacto con otras sustancias del mar y la arena y solucionar eso será no solo más costoso, sino que tomará más tiempo», recordó.
Añadió también que no solo se trata del derrame del petróleo o de la falta de trabajo para muchas personas, sino también de la afectación a la actividad gastronómica. «Muchos han dejado de consumir especies marinas por el temor a ser afectados por partículas contaminantes como resultado del derrame», añadió.
Al respecto, Francisca Barrios indicó que esto afecta también la dimensión gastronómica del país. «A muchos les dará miedo comer un ceviche en Lima», por lo que señaló que el derrame no solo es un problema ambiental, sino que también afecta a otros sectores como la salud pública, el trabajo y hasta la gastronomía.
Con este tipo de actividades académicas, la Universidad Continental mantiene su compromiso de contribuir con el análisis y propuesta de los principales temas que afectan la vida del país.