La alta tasa de feminicidio y los constantes casos de maltrato hacia la mujer en el Perú han hecho que diferentes colectivos a lo largo de nuestro territorio se unan al movimiento #NiUnaMenos. El fin es sensibilizar a la población y poner un alto a la violencia de género. Todos estamos llamados a participar, pero antes te damos algunos alcances importantes sobre este preocupante tema.

Qué pasa en el Perú

Jorge Salcedo, coordinador del Centro de Investigación y Servicios Psicológicos (CISP) de la Universidad Continental, describe el problema de violencia contra la mujer como un mal endémico. Y es que el panorama no es nada alentador. Por ejemplo, solo en los primeros cinco meses del año, se han registrado más de 1 300 casos de violación. “En nuestro país, cada hora, 16 mujeres denuncian maltrato en el Ministerio Público”, advierte el psicólogo.

A palabras del especialista, una de las razones que permiten esta situación es creer equivocadamente que la mujer es la causante del maltrato. “Frases como: ‘¿Qué hacía sola tan tarde?’, ‘pero ve cómo se viste’, ‘por suelta le pasó’, son parte del pensamiento colectivo”, lamenta el especialista. Otro factor, sería la ‘cosificación’ de la mujer, esa especie de preocupación social por las apariencias que se realza especialmente en los medios de comunicación, donde se presenta a las mujeres como objetos de atracción sexual.

Escenarios peligrosos 

Jorge Salcedo indica que en una sociedad machista y conservadora como la nuestra, lamentablemente todos los hombres son potenciales agresores, incluso inconsciente e indirectamente. “Los escenarios de agresión para las mujeres están en todo lugar: en la casa, en el transporte público, en la calle”, detalla. A esto añade que en el Perú existen muchos tipos de maltrato que son socialmente aceptados, es decir, que pasan desapercibidos pues lo vemos como algo normal.

Qué hacer 

“Primero debemos entender que la mujer no es culpable de su maltrato de ninguna forma y en ninguna circunstancia. Tampoco minimizar los actos violentos. No hay violencia pequeña ni grande, todas deben ser rechazadas. Asimismo, es recomendable reconocer las señales previas al ejercicio de la violencia, y de ser víctimas, no dudar en denunciar”, finaliza.