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Días de un radialista apasionado

Cris_Aranguiz

Cristian Aránguiz Vásquez, periodista chileno, locutor radial y docente de la carrera de Ciencias y Tecnologías de la Comunicación de la Universidad Continental, nos cuenta sus experiencias junto a un medio que él ha denominado “su hermana”, un homenaje para este 13 de febrero, por el Día Mundial de la Radio.

“Siempre he estado contigo, en tus buenos y malos momentos, por eso soy el medio más creíble y cercano a las personas”

Cómo no recordar aquella época donde no existían los cd, mp3 o mp4. Cuando MTV era un sueño lejano, y los programas de videos musicales estaban reservados al fin de semana. De Youtube, ni hablar! Eran tiempos distintos.

Las redes sociales, que se caracterizan por la inmediatez y la universalidad de su alcance, ni siquiera estaban en los planes de los más soñadores.  Entonces, ¿qué íbamos a hacer cuando queríamos escuchar nuestro tema o cantante favorito? Recurríamos donde nuestra amiga, la radio.

Era una tarea audaz. Primero, debíamos estar atento a que el locutor tocara nuestro tema favorito, y cuando lo hacía, debíamos actuar rápido para apretar REC y grabar la melodía en un cassette. Nuestra felicidad era completa cuando el locutor no hablaba sobre la canción para que quedara “limpia”.

Cómo no recordar cuando junto a un grupo de amigos partíamos a la playa, y en la radio del automóvil sintonizábamos el especial de la semana, con nuestro grupo favorito de rock de los ´80. Era aire puro, felicidad, risas, mar, con la mejor música.

O esas noches de nostalgia, cuando nos llenábamos de emoción y recuerdos de algún amor de verano, u otro que no fue correspondido, y justo en ese momento la radio tocaba esa canción que nos llegaba directo al corazón, y que en más de alguna ocasión nos hizo derramar alguna lágrima.

Y esa noche cuando se movió la tierra, con gran virulencia,  y nos dejó sin luz por horas. ¿A qué medio recurrimos? A esa radio a pilas donde un locutor nos informó la magnitud y epicentro del siniestro.

¿Quién no se emocionó cuando nuestro equipo favorito marcaba un gol y ganábamos el partido? O al sentir la emoción y pasión del locutor al gritar a todo pulmón la anotación. Deben ser de las frases que más recordamos los que somos fanáticos del fútbol.

Quién no soñó con tener esa voz FM de locutores que adornaban el dial, y que nos hacían creer que se podía ir en busca de nuestros sueños de juventud.

Son muchos los recuerdos que se vienen a la mente. Como olvidar a las dueñas de casa, que todas las mañanas se “acompañaban” de su locutor favorito, que las orientaba, les daba consejos, les entregaba noticias, mientras ellas continuaban con sus tareas domésticas.

Cuando hacemos un raconto de nuestra vida, sin duda que la radio ocupará un lugar importante, y como una historia kafkiana, si pudiera adquirir vida, seguramente nos diría:

“Siempre he estado contigo, en tus buenos y malos momentos, por eso soy el medio más creíble y cercano a las personas”.

Esa frase vendrá de seguro, porque si somos sinceros, diremos: Es verdad, yo viví esos días de radio…

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