En la actualidad, se destaca la importancia de garantizar la equidad en el acceso a la tecnología, con el fin de que toda la población estudiantil pueda beneficiarse de sus ventajas y disfrutar de las mismas oportunidades de aprendizaje, independientemente de su ubicación geográfica, género, situación económica, condición física o cualquier otra barrera. La tecnología debe ser una herramienta inclusiva que elimine desigualdades, ofreciendo a todos los estudiantes la posibilidad de alcanzar su máximo potencial académico, sin que factores externos o personales limiten su desarrollo educativo.
En ese sentido, Vilchis (2023) en su publicación llamada: La tecnología como facilitador de inclusión educativa, menciona que con ayuda de recursos tecnológicos que garanticen la inclusión, las instituciones educativas pueden formar ciudadanos más críticos y con las habilidades necesarias para afrontar desafíos en la vida. La planificación de las clases también se ve beneficiada con el uso de estas herramientas, ya que al integrarlas a un entorno de interacción se promueve la cooperación y la transformación social.
Sin embargo, la tecnología no garantiza la inclusión. En otras palabras, el simple hecho de disponer de tecnología no asegura que todos tengan acceso equitativo a sus beneficios o que todos puedan participar de manera efectiva en el proceso.
Para que la tecnología realmente sea una herramienta de inclusión, es necesario que se acompañe de políticas, recursos, formación y enfoques pedagógicos que atiendan las diferentes necesidades de los estudiantes, como sus contextos socioeconómicos, capacidades físicas o habilidades digitales. Sin esos elementos adicionales, la tecnología por sí sola no puede resolver las desigualdades.Tiffin University (2022) señala que:
Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) contribuyen a edificar ambientes de aprendizaje que perseveran a pesar de los factores del contexto que los afectan. Entonces, si aprovechar los medios tecnológicos que brindan conexión es de utilidad, ¿qué retos hay que tomar en cuenta para alcanzar la inclusión?
Unir (2020) describe que:
Las TIC han transformado los métodos en que se adquiere el conocimiento y las personas se relacionan. Incluir la tecnología en el ámbito académico requiere la consideración de situaciones que deben suceder previamente como:
Capacitar al profesorado para introducir las TIC en el currículo, otorgándoles opciones a fin de determinar cuáles se adaptan mejor a la materia y sus estudiantes.
Educar al estudiantado y enseñarle el uso correcto de estas herramientas.
Proporcionar a las instituciones educativas el equipo necesario, a nivel individual y colectivo.
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