La inteligencia artificial (IA) después de muchos años de investigación, se ha convertido en una tecnología que puede procesar grandes cantidades de datos en muy poco tiempo. Esto permite que:
La IA puede aplicarse en diversas áreas de la medicina, como el análisis de imágenes médicas, el diagnóstico, el tratamiento, la genética, el embarazo y las prótesis inteligentes. Estas aplicaciones pueden ayudar a los profesionales médicos a tomar mejores decisiones clínicas, a acelerar la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos, a personalizar la atención al paciente y a reducir los costes y los errores humanos (Suazo, 2023, p.2).
La incorporación de la IA aporta a las decisiones clínicas, proporcionando recomendaciones basadas en evidencia y análisis de datos para mejorar la calidad de la atención médica y reducir posibles errores. Además, la IA agiliza tareas administrativas y repetitivas, liberando tiempo para centrarse en la atención directa al paciente. En conjunto, la inteligencia artificial se convierte en un valioso aliado que impulsa la investigación médica, acelerando descubrimientos científicos y avances médicos. A pesar de sus beneficios, es importante emplear la IA de manera ética y responsable, asegurándose que los pacientes se beneficien del potencial de esta tecnología.
En este artículo podrán leer a profundidad como la inteligencia artificial está apoyando a la medicina desde diferentes enfoques.
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