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  • Vicerrectora de Desarrollo y Aprendizaje Digital de la Universidad Continental asegura que vivir lejos de la ciudad ya no es impedimento.
  • Durante participación en panel virtual organizado por universidad Galileo de Guatemala, aseguró que conectividad y plataformas son importantes criterios para educación de calidad.
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Uno de los principales criterios para elegir el lugar donde vivir era la cercanía al centro de estudios de los hijos. Sin embargo, con el desarrollo de la educación a distancia este criterio se vuelve relativo, sostuvo la Dra. Emma Barrios, vicerrectora de Desarrollo y Aprendizaje Digital de la Universidad Continental.

Pero no solo eso. La académica también señaló que otra de las consecuencias de la educación a distancia practicada durante el confinamiento es que la infraestructura educativa ya no será medida con el mismo criterio de calidad que se venía haciendo, pues la mirada tendrá que ser compartida con, por ejemplo, la conectividad y las plataformas usadas para desarrollar clases a distancia.

Lo mejor es que se invertirá más tiempo y energía con los seres queridos. «Socializaremos menos en el trabajo, pero más en la comunidad», aseguró.

Estas reflexiones fueron expuestas por la vicerrectora Emma Barrios en el panel virtual «El uso de la tecnología para innovar la práctica docente: principales desafíos pospandemia», organizado por la Universidad Galileo de Guatemala.

Agregó que, para la Universidad Continental, la pandemia por la COVID-19 significó no solo un conjunto de aprendizajes, sino también satisfacciones. «En 2020 hemos terminado el año con más de nueve mil estudiantes de pregrado matriculados y en clases a lo largo del semestre. Este 2021 se mantiene la proyección», sostuvo.

En el panel, la Dra. Emma Barrios estuvo acompañada por Jorge Maldonado, investigador de la Universidad de Cuenca, Ecuador; y por Miguel Morales, director de Educación Digital de la Universidad Galileo de Guatemala.

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