Por: Mg. Paola Espinoza Gutiérrez
Publicado: 12/12/2025
En esta época en la que muchos docentes aprovechan para reflexionar sobre lo vivido, las lecciones aprendidas y recargar energía, es importante cuidar el sueño como estrategia de recuperación para consolidar nuestro aprendizaje docente y potenciar nuestra creatividad pedagógica que facilitará la innovación en el 2026.
Masashi Tabushi, docente de Neurociencias en Case Western Universtiy, galardonado con el Scialog Award 2025 por su trabajo innovador en investigación sobre sueño y cognición, nos deja alcances fundamentales que los docentes debemos tener en cuenta para potenciar nuestra memoria de trabajo.
Lo primero es entender por qué el sueño es crucial en la labor docente: La falta de sueño reduce la capacidad para recordar, multiplica las dificultades de aprendizaje, reduce la concentración, la capacidad de tomar decisiones y contribuye a un control emocional y conductual deficiente. Todos estos aspectos son insumos fundamentales para estar en la capacidad de generar un buen clima y diseñar experiencias que resuelvan necesidades de aprendizaje reales.
El sueño SWS (Slow Wave Sleep) o sueño profundo, es esencial para potenciar la memoria declarativa relacionada con grabar nombres, fechas y datos que aprendamos durante el día. En cambio el sueño REM (Rapid eye movement) o sueño de movimientos oculares rápidos ayuda a desarrollar la memoria procedimental que incluye hábitos, habilidades y procedimientos.
Puesto que la privación recurrente de sueño puede deteriorar las funciones cognitivas y llevar a la demencia, la Sociedad de Investigación del Sueño y la Academia Americana de Medicina del Sueño recomiendan dormir al menos 7 horas cada noche, para facilitar que el cerebro funcione apropiadamente, pues incluso una sola noche sin dormir impacta significativamente en la función cerebral.
En contraste con lo que asimilamos en el pasado, dormir no solo nos hace más productivos, es una estrategia que incrementa las capacidades cognitivas y potencia nuestra creatividad al permitir que guardemos más aprendizajes en nuestra memoria, aspecto fundamental para enseñar mejor, pensar con más claridad e innovar en el 2026.




