Por: Mg. Paola Espinoza Gutiérrez
Publicado: 13/11/2025
Estando a semanas de los exámenes finales, muchos docentes siguen enseñando para cubrir los temas según la programación establecida a inicios del ciclo, con la esperanza de que a sus estudiantes les vaya bien en los exámenes finales y aprendan finalmente, pero asumiendo que las estrategias implementadas funcionan, sin validar si esto es realmente así desde la perspectiva del estudiante. Para cuando llega esa retroalimentación a través de la encuesta final estudiantil ya es demasiado tarde para hacer mejoras centradas en el usuario (principio clave en la innovación).
El Centro para la Enseñanza y Aprendizaje de la Universidad de Alaska Fairbanks (UAF) implementó un sistema de retroalimentación, llamado Mid-Semester-Feedback, basado en la metodología SGID (Small Groups Instructional Diagnosis) que puede ser usado en cualquier momento del ciclo, semanas previas a las evaluaciones sumativas.
Este sistema inicia con un espacio breve y seguro, donde los estudiantes pueden compartir qué les ayuda verdaderamente en su aprendizaje y qué ajustes podrían mejorar su rendimiento en las siguientes semanas de la asignatura.
Estos espacios de conversación estructurada, están guiados por preguntas como:
- ¿Qué te gustaría que el/la docente comenzara a hacer en esta asignatura para ayudarte a aprender?
- ¿Qué te gustaría que el/la docente dejara de hacer porque no te ayuda a aprender?
- ¿Qué te gustaría que el/la docente continúe haciendo porque te ayuda a aprender?
- Si tuvieras un amigo/a que fuera a tomar este curso, ¿qué consejo le darías sobre la clase y el/la docente?
El valor de esta retroalimentación radica en un ciclo de interacciones que permite la reflexión sobre la acción y se enmarca dentro de la evaluación formativa que aporta grandes insights sobre cómo aprenden mejor nuestros estudiantes sin tener que esperar hasta el final del ciclo.
Este ciclo aporta una mayor conexión docente-estudiante además de proporcionarles la percepción de que su voz importa y que además es útil para hacer mejoras reales, contribuyendo todo esto a una mayor satisfacción y retención estudiantil, así como una mejor visión por parte del docente al recibir feedback oportuno.

Figura 1 The Small Group Instructional Diagnosis Feedback cycle. Reproducida de University of Alaska Fairbanks. Center for Teaching & Learning (2025).




