Por: María De Jesús Rodríguez
La culminación del ciclo académico regular representa un momento crucial para evaluar los aprendizajes adquiridos. Existen diversas estrategias para poder evaluarlos, la manera en la que se desarrolla dicho proceso depende de distintos factores como: temática del curso, objetivos de aprendizaje, cantidad de estudiantes, modalidad, etc. Sin embargo, un aspecto importante para una efectiva evaluación es la manera en la que retroalimentamos a nuestros estudiantes. Esta puede ser una oportunidad única para que puedan reconocer sus fortalezas y oportunidades de mejora de manera personalizada. Las evidencias apuntan a que tiene efectos positivos en el aprendizaje de los estudiantes (SUMMA, 2020).
¿Cómo es vista la evaluación?
Es vista como aquel proceso en el cual los estudiantes reciben una calificación exacta con distintos niveles en criterios seleccionados por el evaluador. A veces, los límites del tiempo y espacios no permiten realizar un acercamiento más directo y detallado de los estudiantes con sus propios logros. Sin embargo, si abrimos un espacio, para poder retroalimentarlos, se tendrá la oportunidad de fundamentar ciertos aspectos sobre el proceso de aprendizaje que una calificación cuantitativa no llega a explicar.
Para ello, y acercándonos hacia el final del ciclo 2021-2, en un contexto de educación 100% virtual y viviendo una crisis sanitaria mundial, es importante conocer cómo lograr que los estudiantes reciban información clave para mejorar sus procesos de aprendizaje de manera integral.
A continuación 6 recomendaciones sobre cómo retroalimentar a tus estudiantes en estos tiempos:
En el diálogo con el estudiante procura realizar una comparación directa entre la situación de aprendizaje actual y la ideal, de manera concreta y justificada. Para ello, se puede guiar del modelo propuesto por Alvarado (2014) en el que menciona que se deben incluir 3 momentos para una efectiva retroalimentación:
El encuentro no debe centrarse en sólo resaltar las falencias o aspectos negativos del desempeño. En todo caso, es importante dar cuenta que los errores son parte de un proceso hacia el éxito pues también nos enseñan a encontrar el camino correcto (Freire, 2021).
Enfocarnos en lo que el estudiante sí hizo bien, la actitud es importante en este sentido, pues la calidez y amabilidad en la transmisión del lenguaje permite que el estudiante comprenda que es capaz de tener un buen desempeño si se lo propone. Ejemplo:
- “Tu respuesta está muy bien argumentada, ya que…”
- “El análisis que realizaste es interesante porque…”
- “El proceso que seguiste es correcto porque…”
- “Muy bien, estas teniendo un excelente desempeño debido a…”.
- “Estás avanzado muy bien”.
Es preferible poder realizarla justo después de la evaluación pues tanto el estudiante como el docente recuerdan con mayor facilidad la realización de la actividad, en lugar de días o semanas después del evento, identificando los elementos importantes a mencionar en la retroalimentación. Sin embargo, se debe analizar este punto con cautela pues se debe tomar en cuenta las características de la tarea y el avance colectivo del grupo de estudiantes.
Realiza apuntes sobre los aspectos importantes a mencionar, tomando en cuenta los aspectos positivos y negativos del estudiante o del grupo de estudiantes con el fin de ser precisos en los comentarios y utilizar el tiempo disponible de la mejor manera. Si es posible, podría tener un registro de avances con comentarios específicos para saber en qué aspectos incidir al momento de la retroalimentación. Es decir, planificarla previamente (Education Endowment Foundation, 2021).
Es importante que la retroalimentación pueda quedar registrada ya sea de manera escrita, visual o por audio, de tal manera que le permita al estudiante volver a revisar los comentarios. Un aspecto importante en este punto es conservar el respeto y la argumentación como parte de nuestro mensaje hacia el estudiante. Se deben evitar comentarios agresivos, vagos, generales y poco comprensibles para el estudiante como:
- “¿Qué es esto?»
- “Esto está mal”
- “No entiendo”
- “Muy general, especificar más”
- “Incorrecto”, etc.
¿Sólo yo como docente puedo brindar la retroalimentación?
Otra opción viable cuando la retroalimentación del docente con cada uno de los estudiantes no sea posible, es dar la oportunidad a los estudiantes de que lo hagan entre sí mismos, a través de una coevaluación. Para ello, el brindar consignas e instrucciones claras les permitirá ser más objetivos en sus opiniones utilizando un lenguaje adaptado a la etapa de desarrollo en la que se encuentran al ser sus pares quienes se comuniquen con ellos y ellas. En este caso, si la evaluación es realizada por grupos, cada estudiante puede evaluar a sus demás compañeros haciendo uso de una lista de cotejo y comentarios adicionales en cada criterio. Si, por el contrario, el trabajo se dio a nivel individual, podría, al inicio del ciclo,asignar duplas de estudiantes que se evalúen entre sí mismos durante todo el ciclo académico registrando sus progresos mutuamente (Castro y Moraga, 2020).
¿Qué pasa si no tengo tiempo para implementarlo?
Este es uno de los principales inconvenientes al momento de realizar un feedback adecuado pues los docentes argumentan que tomaría mucho tiempo hacerlo con cada uno de los estudiantes. Sin embargo, una solución concreta a esta situación es realizarlo con todos los estudiantes en un mismo espacio, planificar lo que se dirá e incluirlos en la explicación a través de un debate. Según Meneses (2020) esta solución podría permitir llegar a una mejor comprensión del grupo sobre cómo lograr los objetivos de aprendizaje (Meneses, 2020).
En conclusión…
El proceso de retroalimentación es un momento o un proceso en sí mismo que le permite al estudiante recoger información importante para mejorar sus procesos de aprendizaje y hacer frente en un futuro a situaciones diversas de su vida personal y profesional a través de la reflexión personal sobre el desempeño obtenido (León-Warthon, 2021). Lo importante es centrarse en las necesidades de aprendizaje del estudiante y buscar iluminar su camino para que ellos mismos puedan reconocer en qué aspectos deben centrarse para seguir potencializando sus fortalezas y superando obstáculos de aprendizaje incluyendo. Ello puede incluir
- Explicación del puntaje obtenido
- Comentarios que se dirijan a reconocer fortalezas
- Explicación de las debilidades halladas
- Sugerencias de mejora.
Eso sí, monitorear si el alumno utiliza el feedback recibido es clave para cerrar un proceso efectivo. De igual manera, la información obtenida sobre el proceso de aprendizaje de los y las estudiantes permite reorganizar las estrategias de enseñanza como docentes para seguir mejorándolas en base a evidencias reales ¡Seamos mejores docentes y orientemos de la mejor manera el aprendizaje de nuestros estudiantes!