El aprendizaje basado en retos (ABR) es un enfoque pedagógico que involucra de manera activa a los estudiantes en la búsqueda de soluciones reales a retos que provienen de situaciones problemáticas de su entorno.
El ABR genera experiencias de aprendizaje donde los estudiantes vinculan sus conocimientos teóricos con problemas reales, alcanzando de esta manera un aprendizaje más significativo y profundo al mismo tiempo que logran habilidades como el trabajo en equipo, la toma de decisiones, el diálogo, la objetividad y la solución de problemas de manera creativa e innovadora (Rodríguez-Borges, et al.,2021).
Universidades de diferentes partes del mundo han implementado esta metodología en los planes formativos de sus programas de estudio, demostrando así que el ABR es una herramienta efectiva para la preparación de estudiantes que enfrenten los desafíos de su sociedad mientras desarrollan habilidades prácticas y colaborativas.
Algunas universidades con experiencias exitosas en la implementación del ABR son:
El aprendizaje basado en retos en la educación universitaria ofrece beneficios significativos a los estudiantes, quienes abordan problemas reales y comprenden la aplicabilidad de su aprendizaje a la vez que desarrollan habilidades prácticas como el pensamiento crítico, comunicación y trabajo en equipo. Esta metodología los prepara para enfrentar desafíos profesionales y fomenta la creatividad e innovación, promueve el aprendizaje autónomo al requerir investigación y toma de decisiones, proporcionándoles una experiencia educativa dinámica y relevante para el mundo real.