Nuestro quehacer como docentes universitarios implica diversos desafíos, una de ellas es la de implementar la propuesta formativa de la universidad donde ejercemos la docencia, así como de estar actualizado tanto disciplinarmente como didácticamente para llevar adelante dicha propuesta, de modo que la interacción con los estudiantes se convierta en experiencias memorables en ambas vías.
Así también, comprender que los estudiantes tienen diferentes necesidades e intereses de aprendizaje, que deben articularse con el desarrollo de las competencias señaladas y descritas en su perfil de egreso en función a la carrera profesional donde se viene formando, así, por ejemplo, el encontrarnos con estudiantes que tienen diversas habilidades, capacidades, desempeños, etc., requiere formas de atención diferenciada, que implica el cambio de paradigma de la forma de abordar el proceso de enseñanza aprendizaje, de un modelo homogeneizado a uno heterogéneo.
Lo señalado anteriormente implica que hay cambios a incorporar en la forma en que diseñamos e implementamos las experiencias de aprendizaje de los estudiantes, de modo que la atención a la diversidad de necesidades e intereses de aprendizaje, sea una realidad, y ello contribuya a que los estudiantes se empoderen de su aprendizaje, de modo que permanentemente identifiquen las brechas de aprendizaje que tienen, y analicen las acciones que deben abordar para cerrarlas, y de ese modo alcanzar los niveles de desempeño que se espera alcancen según su perfil de egreso.
En ese marco de mejora o cambio de nuestro quehacer docente, surge el desarrollo de la innovación pedagógica concebida como “el proceso de transformación creativa de la práctica pedagógica” (Mezarina, 2022), para lo cual se sugiere tener presente los siguientes pasos:
Ten presente que todo proceso de innovación pedagógica implica compromiso de todos los involucrados para lograr el cambio que se espera, de ahí que es necesario desde el primer paso que todos se sientan parte de la problemática y también de la solución, recordando que debemos testear rápido, equivocarnos rápido y ajustar rápidamente lo que se requiera de modo que la innovación sea pertinente y oportuno, por lo que requiere agilidad para acometerla.