Por: Daniela Parodi ~
El bienestar es un estado en el que somos conscientes de nuestras capacidades, logramos afrontar las tensiones normales de la vida, trabajamos de forma fructífera y contribuimos positivamente en nuestra comunidad.
Muchas personas asocian el «bienestar» principalmente con cómo nos sentimos físicamente y pensamos en nuestra alimentación, deporte, peso y posibles enfermedades físicas. Sin embargo, el bienestar es mucho más que salud física. El bienestar es la integración de distintas dimensiones, dentro de las cuales está el bienestar físico, mental y laboral. Es una interacción compleja que conduce a mejorar la calidad de vida.
El bienestar en los docentes
El bienestar de los docentes es un tema crucial para las universidades y la sociedad en general. Se considera relacionado con la eficacia de la enseñanza, los resultados de los estudiantes y la gobernanza educativa (Duckworth, Quinn y Seligman, 2009). Se ha demostrado que un alto bienestar docente ayuda a las universidades a aumentar el compromiso de los mismos con la institución (Creemers & Reezigt, 1996). Por el contrario, un bienestar disminuido se considera un obstáculo para la mejora educativa y puede conducir a tasas más altas de ausentismo docente (Education Support, 2019; Parker, Martin, Colmar y Liem, 2012).
Podemos definir el bienestar como un proceso intencional y autodirigido para lograr un estado en el que los profesores prosperen personal y profesionalmente. El bienestar puede incluir siete dimensiones diferentes: física, emocional, profesional, espiritual, intelectual, ambiental y social. Cada dimensión contribuye a nuestra propia sensación de bienestar o calidad de vida, y cada una afecta y se superpone a las demás.
7 dimensiones para evaluar nuestro bienestar
Para lograr un bienestar integral, se necesita la autoconciencia de las necesidades en todas las áreas y los cambios intencionales para promoverlo.
¿Cómo pueden los docentes conocer su nivel de bienestar en cada una de las dimensiones?
Primero hay que tener claridad en las distintas dimensiones para luego evaluar cómo se está y poder recurrir a ayuda si es necesario.
Es la capacidad de mantener una calidad de vida que le permita aprovechar al máximo sus actividades diarias sin fatiga ni estrés físico indebidos. Reconoce que nuestros hábitos y comportamientos diarios, incluidos ejercicio y alimentación adecuados tienen un impacto en nuestra salud.
Elementos a evaluar:
- Mantengo un régimen de ejercicio constante al menos 30 minutos diarios.
- Equilibrio la cantidad de comida que como con la cantidad de ejercicio.
- Controlo el estrés y realizo alguna actividad de relajamiento al menos 15 minutos al día.
Implica desarrollar una conciencia de sus sentimientos y su respuesta a las interacciones cotidianas. Esta conciencia le permite comprender mejor por qué se siente de esa manera y puede responder activamente a sus sentimientos. El bienestar emocional abarca el optimismo, la autoestima, la autoaceptación y la capacidad de compartir sentimientos.
Elementos a evaluar:
- Reconozco que creo mis propios sentimientos y soy responsable de ellos.
- Puedo expresar distintos sentimientos, incluidos el dolor, la tristeza, el miedo, la ira y la alegría, y manejar los comportamientos relacionados de una manera saludable.
- Acepto y aprecio mi valor como ser humano.
- Evito culpar a otras personas o situaciones por mis sentimientos y comportamientos.
- Puedo evaluar de manera realista mis limitaciones y hacer frente con eficacia al estrés y al ego.
Fomenta actividades mentales creativas y estimulantes. Nos anima a participar en actividades creativas y mentalmente estimulantes, y requiere un aprendizaje y una curiosidad permanentes. Se puede desarrollar a través de actividades académicas, participación cultural, participación comunitaria y pasatiempos personales que amplíen sus conocimientos y habilidades mientras le permiten compartir sus conocimientos y habilidades con otros.
Elementos a evaluar:
- Veo el aprendizaje como un proceso de toda la vida y cuestiono mis puntos de vista y los cambio de acuerdo con la nueva información.
- Escucho ideas diferentes a las mías y constantemente reexamino mis juicios sobre cuestiones sociales, culturales, de género, raciales, éticas y políticas.
- Tomo riesgos, aprendo de mis errores y cuestiono la autoridad.
- Aprecio y exploro las artes creativas del teatro, la danza, la música y el arte expresivo.
- Busco oportunidades que desafíen mis habilidades de pensamiento crítico.
Se enfoca en construir y nutrir relaciones significativas y de apoyo con individuos, grupos y comunidades. Le permite crear límites que fomentan la comunicación, la confianza y la gestión de conflictos. El bienestar social también incluye mostrar respeto por los demás, por uno mismo y por otras culturas.
Elementos a evaluar:
- Me comunico honesta y directamente. Resuelvo los conflictos de manera saludable y oportuna.
- Doy y tomo por igual en las relaciones cooperativas.
- Trato a cada persona con respeto.
- Mantengo un sólido sistema de apoyo social mutuo e interdependiente.
Nos permite estar en sintonía con nuestro yo interior para encontrar significado en los eventos de la vida y definir nuestro propósito individual. La espiritualidad puede surgir de las creencias, la fe, los valores, la ética o los principios morales que brindan propósito y dirección a nuestras vidas. Un espíritu saludable nos ayuda a permanecer resilientes y mejor preparados para enfrentar los desafíos de la vida. Implica poseer un conjunto de creencias, principios o valores rectores que ayuden a dar dirección a la vida de uno. Abarca el compromiso con sus creencias individuales que brindan un sentido de significado y propósito.
Elementos a evaluar:
- Aprecio la profundidad de la vida, la muerte y la comprensión de la conexión o conciencia humana universal.
- Reconozco que hay muchos caminos espirituales y que toda tradición espiritual reconoce y enseña preceptos básicos o leyes de la conducta humana sabia y consciente.
- Integro mi «práctica espiritual» dentro de la vida cotidiana de trabajo, familia y relaciones.
- Aprecio la singularidad individual, la diversidad y la necesidad de conexión entre todas las personas.
- Tengo coherencia entre mis creencias, valores y comportamientos.
Se refiere a llevar un estilo de vida que valore la relación entre nosotros, nuestra comunidad y el medio ambiente. El principio central del bienestar ambiental es el respeto: el respeto por toda la naturaleza y todas las especies que viven en ella.
Elementos a evaluar:
- Vivo en armonía con la naturaleza y el universo.
- Asumo la responsabilidad personal y social de crear comunidades sostenibles con aire, agua y suelo libres de químicos.
- Reconozco mi impacto en el medio ambiente y tomo medidas deliberadas para minimizarlo, incluido el control demográfico responsable.
Es el proceso de tomar y mantener elecciones que sean significativas y contribuyan a su crecimiento personal y laboral. Esto permite mantener una actitud positiva y experimentar satisfacción/placer en su empleo.
Elementos a evaluar:
- Elegí un puesto de trabajo que disfruto y que coincide con mis valores y estilo de vida.
- He desarrollado habilidades laborales comercializables y las mantengo actualizadas.
- Equilibro el trabajo con la diversión y otros aspectos de mi vida.
- Gano suficiente dinero para satisfacer mis necesidades y ahorro para proporcionar estabilidad económica para mí y/o mi familia.
- Mi trabajo beneficia a las personas y/o a la sociedad.