Por: Celene Alata Carhuavilca ~
El error siempre ha sido calificado como negativo, pero las diferentes circunstancias de la vida están llenas de errores. Por ello, es importante que los estudiantes de los diferentes niveles estén preparados y desarrollen las habilidades necesarias para enfrentar situaciones difíciles. Sin embargo, muchos jóvenes son conscientes de que errar, en especial en educación, no es celebrado y tampoco es considerado como un indicador de aprendizaje.
En los próximos párrafos resumimos conceptos, estudios y experiencias de cómo otros formadores están considerando estrategias para aprovechar los errores como oportunidades para un aprendizaje profundo en sus estudiantes.
Estudios indican que errar no es malo
Equivocarse no es tan malo como lo hemos creído, estudios demuestran que es posible mejorar la capacidad para recordar lo aprendido y una actitud positiva frente al error facilita una respuesta más rápida para solucionarlo.
Universidad de California en Los Ángeles
El psicólogo Robert Bjork, descubrió que agregando dificultades al aprendizaje de sus estudiantes mejoraba la capacidad para que recordarán lo aprendido a largo plazo. «En otras palabras, cuando un maestro trata de hacer que el aprendizaje sea lo más fácil posible y evita los errores, funciona a corto plazo, pero a largo plazo, no lo recordarán.» (Hough, 2016).
Universidad de Michigan
El profesor Jason Moser, descubrió que las personas que creen que pueden aprender de sus errores obtienen mejores resultados después de cometer un error en comparación con las personas con «mentalidad fija» que creen que sus habilidades están predeterminadas y así no se puede aprender de los errores (Hough, 2016).
Aprendizaje basado en errores
Premraj hace un resumen del concepto del aprendizaje basado en errores, mencionando que en esta estrategia el docente “diseña deliberadamente errores en la ruta de aprendizaje, lo que obliga al alumno a hacer una pausa, reflexionar profundamente sobre el concepto y analizar la situación antes de continuar” (2019).
5 beneficios para los estudiantes:
Experimentan el éxito y tienen más confianza en sí mismos al identificar errores en el camino del aprendizaje.
El conocimiento es afianzado durante el proceso de aprendizaje gracias a los errores que se cometen en el camino.
Fomenta el trabajo colaborativo porque los alumnos se sintonizan para identificar los escenarios «atípicos», esto ayuda en la comprensión holística del concepto.
Fomenta el aprendizaje profundo y acorta el tiempo para adquirir experiencia
Ayuda al alumno a dominar fácilmente un concepto problemático.
Casos de aplicación
Los errores del profesor mejoran el aprendizaje del alumno
Docentes de la Universidad Complutense de Madrid (España) desarrollaron el proyecto «Los errores del profesor mejoran el aprendizaje del alumno». Estrategia que se centra en ver el error como una oportunidad de aprendizaje. El objetivo general de la estrategia fue fomentar el aprendizaje, basado en la búsqueda y reflexión de errores diseñados por los docentes para que los estudiantes los analicen y fundamenten las causas del error planteado.
Los resultados obtenidos reflejaron que encontrar y corregir errores tiene un impacto positivo en la motivación para estudiar, desarrolla la comprensión conceptual y, en palabras de los propios estudiantes, muchos conceptos centrales serán recordados permanentemente contribuyendo a un mejor conocimiento de la materia. (Macho-Gonzales, Bastida, Sarriá y Sánchez, 2020)
Evaluación de caso en vídeo
Por otro lado, Premraj (2019) resume la experiencia de un colega, quien utiliza una «evaluación de caso en vídeo» en la que diseña un breve vídeo para presentar un caso. Luego comparte las soluciones plausibles con los estudiantes para que ellos identifiquen primero las soluciones «erróneas» y justifiquen sus elecciones. Posterior a ello, el docente procede a identificar y validar la solución correcta. Como resultado, el alumno logra «profundidad» en la comprensión del concepto en lugar de sólo la amplitud.
¿Qué están haciendo los docentes para fomentar el error?
En su publicación, Mistake Were Made, Lory Hough (2016) recopila estas ideas que vienen implementando algunos docentes para generar espacios de confianza y fomentar en sus estudiantes la idea de que equivocarse está bien y es un aspecto clave para seguir aprendiendo:
«Siempre reservo tiempo en cada clase para hacer un seguimiento. A veces hago una pregunta y para que se animen a responder a pesar de equivocarse, hago que los estudiantes respondan relacionándola con algo personal» (Wallace Jacoby)
«Cuando un estudiante hace una pregunta que no sé cómo responder, digo: ‘Esa es una gran pregunta y no tengo la respuesta, pero veré qué puedo averiguar’ o ‘¿Alguien puede buscar en Google? ¿Eso me ayudaría por ahora para mí?’ Trato de demostrar que estoy bien con no ser experto en todo». (Wallace Jacoby)
«Una forma de fomentar una actitud positiva frente al error, es tomar los errores más comunes que cometió la clase en un examen o prueba y analizarlos juntos. Cuanto más abiertos estén todos sobre los errores que cometieron y cómo sucedieron, menos importancia tendrá cualquier estudiante, ya que todos comparten que equivocarse está bien» (Hunter Maats y Katie O’Brien)
«Aprovechando los errores en el aprendizaje y la enseñanza en el aula, los adultos deben crear «espacios seguros» para que los jóvenes se sientan cómodos levantando la mano o compartiendo una mejor suposición». «Si no estás en un lugar seguro, no estás dispuesto a correr riesgos». (Donaldson Gramling)