Por: María De Jesús Rodríguez
Las competencias digitales han comenzado a ser parte del plano educativo, sobre todo en el contexto actual. Se sabe que optimizan el proceso de aprendizaje haciendo un uso ético, responsable y crítico de las tecnologías de la información (INTEF, 2017). En este punto nos preguntamos: ¿Cuáles son estas competencias específicamente?
Existen diversos marcos de referencia e instituciones que conceptualizan estas competencias en áreas y dimensiones; incluso, varían según el país, época y las necesidades encontradas en la sociedad con respecto al mundo digital y del conocimiento.
A raíz de ello, se ha realizado una revisión sistemática exhaustiva para conocer cuáles son las más demandadas en los y las estudiantes en la actualidad. Tomando en cuenta las siguientes entidades:
- Marco Europeo de Competencias Digitales para la Ciudadanía (2017) “DigComp 2.1”
- Marco global de referencia sobre competencias Digitales Internacionales-UNESCO (2018)
- Plan de competencias digitales para la empleabilidad en Extremadura (2020)
- International Computer Digital Literacy (ICDL), Certiport Internet and Computing Core Certification (IC³)
- Microsoft Digital Literacy Standard Curriculum, BC’s Digital Literacy Framework (Gobierno Canadiense)
- Digital and information literacy (DIL) (Gobierno de Reino Unido)
- International Society for Technology in Education (ISTE).
Para una mayor comprensión y acercamiento a ellas, se mencionan las más utilizadas dividiéndolas en 6 áreas con sus respectivas competencias:
Estas competencias son esenciales para seguir produciendo y compartiendo conocimiento, permiten desarrollar habilidades que servirán para participar de manera consciente y responsable en medios digitales trayendo consigo oportunidades de crecimiento sustentable como sociedad en diversos ejes (sociocultural, económico, educativo, laboral, etc.) Y, como responden a las necesidades de la sociedad, se encuentran en constante renovación y evolución.
Depende de nosotros y nosotras adaptarnos y potenciar paulatinamente las experiencias de aprendizaje. En este último punto, te invitamos a preguntarte y pensar: ¿Qué necesidades en cuanto a competencias digitales puedo reconocer en los/las estudiantes? ¡Marquemos la diferencia!