Preocupados por el impacto negativo de las pilas desechables en el medio ambiente, un grupo de estudiantes pertenecientes al área de Proyección Social de la Universidad Continental desarrolló un proyecto de concientización y recolección de pilas dentro de la comunidad universitaria. Esta iniciativa ha permitido obtener resultados importantes en la preservación del ecosistema, el agua y la salud de toda la población huancaína.

El proyecto fue ejecutado por el círculo de estudios ambientales y desarrollo sostenible, conformado por las estudiantes Nataly Lázaro, Astrid Aguilar, Liz Solano, Romina Cóndor, Joali Sánchez y la asesora Emma Jaramillo.

Previamente, el equipo tuvo la tarea de analizar el problema. De acuerdo a su investigación, una pila alcalina puede contaminar –en promedio– 167 mil litros de agua, lo que implica la pérdida de tres años de agua potable para el uso de una persona (150 litros diarios). Además, los lixiviados de una pila afectan los suelos de cultivo y, por lo tanto, la salud humana, pues sus químicos generan fallas en el sistema nervioso y respiratorio, daños en el riñón e incluso cáncer.

Nataly Lázaro explica que la población de Huancayo utiliza gran cantidad de pilas, pero no existe un relleno sanitario para una adecuada disposición. Por lo tanto, junto a su equipo, inició una campaña de recolección durante tres semanas en el mes de noviembre. El objetivo fue mitigar el impacto ambiental y generar conciencia en los jóvenes.

Terminada la campaña, se logró recaudar 3,813 pilas usadas gracias a la colaboración de estudiantes, docentes y personal administrativo de la Universidad Continental. No obstante, los resultados del proyecto beneficiarán a toda la ciudad.

“Del total recaudado, solo 1,470 pilas equivalen a la preservación de la laguna Lasuntay, que posee un volumen de 2.5 millones de litros de agua en época primaveral, y que es una de las principales fuentes de agua para el consumo de Huancayo. Con el resto (2,343 pilas) se estaría preservando el equivalente a la laguna Huacracocha, que contienen 3.5 millones de litros de agua y que abastece a la población en época de estiaje”, precisó la asesora Emma Jaramillo.

Las pilas recaudadas serán enviadas a un relleno sanitario adecuado para su descomposición. De esta manera, nuestras estudiantes demuestran su mentalidad emprendedora que, trabajando de forma colaborativa, genera impacto social positivo para el Perú y el mundo.