“Para ser un buen médico es importante entender cuál es el sentido de la vida. Solo así podremos servir a nuestros pacientes, condolernos por sus sufrimientos y ayudarlos a salir adelante”, recomendó el Dr. Gerson Díaz Gonzáles a los cachimbos de la carrera de Medicina de la Universidad Continental.

En su ponencia, ‘La importancia de la medicina y la gestión en los servicios de salud’, Díaz Gonzáles indicó que la superación personal conlleva a la superación profesional. “Todo lo que hagamos en la vida debe tener un sentido profundo, sin egoísmos. La vida es corta y debemos hacer cosas trascendentes. Para ser buenos profesionales, los médicos debemos entender por qué vale la pena vivir y por qué valdría la pena morir”.

Otro secreto para ser un gran médico –según el expositor- es evitar contagiarse de la Broncemia, una enfermedad típica de los médicos, e incurable, que se mide por el gigantesco ego de muchos que sueñan con erigir su propia estatua de bronce en el hospital. “La primera etapa de este mal se llama importantitis, cuando el joven se siente el profesional más importante del mundo. La segunda etapa se denomina inmortalitis, cuando cree ser un dios inmortal”.

Precisó que los galenos requieren de otros profesionales para vivir y para realizar su labor eficientemente. “En la actualidad los médicos no podemos ser autónomos. La tecnología exige que nos especialicemos Necesitamos ayuda de otros profesionales en salud. Entendamos eso si queremos mejorar el servicio”. Agregó que, en 1970 se requería de dos especialistas para realizar una operación, pero actualmente se necesita a 15 especialistas por sala.

Lo cuestionable, según Díaz Gonzáles, es que la tecnología y las herramientas quirúrgicas son cada vez más sofisticadas, lo que eleva los costos de salud. Sin embargo, no mejora la atención y no baja la tasa de mortalidad en los hospitales. “Las estadísticas señalan que el 40% de enfermos coronarios reciben asistencia médica inadecuada. Lo mismo con el 60% de asmáticos y otros pacientes. Además, al año se producen 2 millones de infecciones solo por no seguir las reglas básicas de higiene dentro de los quirófanos”.

Ante esto, el especialista dijo que, además de ser buenos médicos, los profesionales deben ser buenos gestores de salud. Esto implica mantener la calidad de atención. “El paciente es lo más importante, está por encima de todo”. Asimismo, garantizar la seguridad del usuario dentro de hospital y desarrollar el liderazgo. “Nuestra misión, además de salvar vidas, es enseñar a nuestros compañeros a aprender de los errores, estimular el trabajo en equipo y ser transparentes al momento de mostrar nuestras estadísticas clínicas, deficiencias, indicadores negativos, entre otros”.

Pero sobre todos estos consejos, Díaz Gonzáles señaló que lo más importante es actuar siempre con el corazón.