Por: Lincol Delgado Perez
La IA está revolucionando el aprendizaje y plantea desafíos educativos y sociales sin precedentes en las universidades donde la implementación de trayectorias personalizadas apoyadas en inteligencia artificial, hará que permita a los estudiantes adaptar sus itinerarios educativos según sus intereses y habilidades. Este enfoque crearía la posibilidad de diversificar el currículo, integrando experiencias dentro y fuera del aula donde se promueva un aprendizaje más autónomo y significativo. Logrando así una mejora de la calidad educativa; donde docentes y estudiantes se integran a un ecosistema con IA que enriquece el desarrollo integral de todos.
En una publicación desarrollada por la UOC y la Universidad Ramón Llull, refieren la analítica del aprendizaje integrado a la IA y en un contexto de personalización Esteban Guitart presenta las trayectorias de aprendizaje alineadas al aprendizaje adaptativo.
El proyecto IADE, liderado por la UOC y la Universidad Ramon Llull, explora la integración de inteligencia artificial y analíticas de aprendizaje en centros educativos de Cataluña. A través de esta investigación, buscan establecer pautas para implementar estas tecnologías de manera ética y personalizada, promoviendo la digitalización y adaptación de los contenidos educativos. (Aguilar, 2024)
La Universidad de Girona (UdG) ha impulsado un innovador enfoque en el ámbito de la educación personalizada mediante la creación de «trayectorias personales de aprendizaje». Este concepto se centra en construir itinerarios educativos adaptados a los intereses, motivaciones y capacidades de cada estudiante, lo que permite una experiencia de aprendizaje flexible y a la medida. (Esteban-Guitart, 2021)
Sumado a ello a través de la inteligencia artificial (IA), la UdG facilita un aprendizaje adaptativo que tiene en cuenta las habilidades previas y los objetivos personales de los estudiantes. Donde la IA identifica patrones de aprendizaje y recomienda contenidos específicos, promoviendo una mayor autonomía. Esta tecnología ayuda a “desencapsular” el aprendizaje, integrándose en un ecosistema amplio que incluye a familias, tutores y comunidades, todos trabajando en conjunto para enriquecer el proceso formativo. (Esteban-Guitart, 2021)
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