En la actualidad de la educación superior, ser un docente innovador es importante conectar realmente con los estudiantes que son cada vez más diversos y tienen grandes expectativas. Ser un docente innovador no se trata solo de usar tecnología, sino de reinventar la manera en como enseñamos, buscando que el aprendizaje sea activo, significativo y realmente útil para nuestros estudiantes. Basándonos en el estudio de Thomas et al. (2025), te comparto un camino claro y práctico para lograrlo, vamos a ello.
Según Thomas et al. (2025), los docentes universitarios que apuestan por métodos centrados en la investigación activa y el aprendizaje basado en la indagación, incluso en ambientes diversos y de mucha presión, siguen habitualmente estos pasos clave:
- Adoptar una mentalidad de experimentación pedagógica: Esto significa dejar de lado la clase tradicional, donde el profesor solo habla, presenta, y poner la atención en cómo realmente aprenden los estudiantes. Los docentes que entrevistamos coinciden en lo importante que es salir de la rutina y atreverse a probar nuevas formas de conectar y compartir.
- Implementar metodologías activas e indagatorias: Usar métodos donde los estudiantes participan activamente y exploran por sí mismos, escenarios donde los ayudamos a desarrollar su pensamiento crítico y a trabajar en equipo. Una buena forma de empezar es con pequeñas actividades, como debates dirigidos, análisis de casos o resolver problemas reales que los motiven.
- Reflexionar críticamente sobre la práctica: Para mejorar de forma permanente, es fundamental detenerse a pensar qué está funcionando, qué no, y entender por qué. Los docentes que innovan de verdad son los que constantemente revisan y ajustan sus formas de enseñar. Aquí es donde debemos darnos un momento y seguir mejorando nuestra práctica pedagógica.
Vamos a poner en práctica algunas recomendaciones:
Crea actividades que realmente despierten la curiosidad de tus estudiantes, motivarlos a ir más allá de lo que se pide en el sílabo de la asignatura.
- Incorpora la tecnología educativa de manera intencionada, asegurándote de que las herramientas digitales ayuden a cumplir los objetivos de aprendizaje y no sean solo un recurso más.
- El trabajo colaborativo y el formar comunidades con otros docentes nos permite compartir experiencias, ideas y métodos que funcionen.
- Evaluemos de forma constante como están funcionando tus métodos de enseñanza y ajusta lo que veas necesario, basándote en la retroalimentación de tus estudiantes y en tu propia reflexión.