Por: Miguel Cárdenas Agreda
Este artículo explora cómo la gestión del conocimiento (GC) puede transformar la educación de los estudiantes de medicina, potenciando su formación y preparándolos para los desafíos que enfrentarán en un mundo médico en constante evolución. Los autores, Nancy Toledo-Santana, Elmys Escribano-Hervis y Alfredo Lázaro Marín-Pérez, basan su análisis en la investigación realizada en la Universidad Técnica de Manabí, Ecuador.
La educación médica no solo debe ser rigurosa, sino también adaptable, ofreciendo a los estudiantes las herramientas necesarias para aprender de manera autónoma y mejorar continuamente en su futuro profesional. Este artículo pone sobre la mesa la importancia de la GC en este proceso, destacando el papel crucial de la universidad como espacio de formación integral.
La GC implica capturar, compartir y aplicar de manera efectiva el conocimiento. En el ámbito médico, donde los avances científicos y tecnológicos son vertiginosos, la capacidad de manejar información precisa y actualizada es esencial. A través de la GC, los estudiantes pueden no solo aprender, sino también estar mejor preparados para resolver problemas de salud y contribuir a la innovación en los servicios médicos.
Los futuros médicos se enfrentan a grandes retos, como la necesidad de integrar tecnologías digitales y la inteligencia artificial en su educación. En un mundo que demanda una atención centrada en el paciente y la respuesta eficiente a problemas de salud pública, la GC se convierte en un aliado esencial. Ayuda a que los estudiantes mantengan sus conocimientos al día y desarrollen habilidades críticas para su práctica profesional.
Para mejorar la educación médica, es vital implementar estrategias que promuevan la colaboración entre estudiantes y docentes, además de diseñar un currículo que sea flexible y siempre actualizado. Las plataformas digitales y las metodologías activas de enseñanza juegan un rol fundamental, facilitando un aprendizaje más dinámico y significativo.