Por: María Esther Aquino
La incorporación de tecnologías digitales en el campo educativo ha permitido dar continuidad a la educación y hacer frente a los retos que ha traído consigo la pandemia de la Covid-19. De esta manera, se propone una educación flexible donde se pueda combinar modalidades virtuales de aprendizaje para dar respuestas a las preferencias de los y las estudiantes y también a las nuevas demandas del entorno.
La educación híbrida se centra en combinar las modalidades virtuales de aprendizaje, sincrónicas como asincrónicas (Rama, 2021); combinando la instrucción de las clases presenciales con la instrucción de las clases a distancia en línea (Calatrava, 2021); donde exista diversidad de sistemas de interacción, tecnologías pedagógicas, y trabajo educativo en entornos virtuales con el objetivo de que el y la estudiante alcance el aprendizaje. De modo que los cursos combinan las sesiones presenciales en un espacio físico con sesiones a distancia donde los contenidos, recursos y/o actividades didácticas son diseñadas para un entorno digital.
Para lograr con éxito la implementación de este tipo de educación, no solo basta con combinar las clases presenciales y virtuales, e incorporar plataformas de aprendizaje, laboratorios remotos y software especializados; sino que se tiene que reajustar el enfoque curricular teniendo en cuenta las tecnologías informáticas para así lograr aulas con tecnología híbrida flexible que respondan a la diversidad de ambientes de aprendizaje según cada campo profesional y donde los y las estudiantes alcancen las competencias establecidas.
Desde la Universidad Continental se promueve la búsqueda de alternativas para lograr un aprendizaje combinado y flexible que responda a las características de los estudiantes y que les permita seguir fomentando su potencial.
Para seguir profundizando en el tema revisa las siguientes referencias: