Al planificar su intervención didáctica los docentes que busca propiciar el aprendizaje activo de sus estudiantes deben tener presente que esta tiene etapas, y son:
- HACER: Los estudiantes realizan actividades o tareas que los estimulan en el proceso de construcción de su aprendizaje, para ello traen consigo información o conocimiento previo, de modo tal que su participación sea activa en la discusión, solución de casos, resolución de problemas de todo tipo, solución de retos, simulaciones, juegos, competencias, dinámicas, etc.
- REVISAR: Los estudiantes reflexionan sobre la actividad o tarea desarrollada, de modo tal que puedan precisar lo que ocurrió en el proceso, qué hicieron, qué lograron, qué fue importante, cómo se sintieron, qué abordaron, etc., con la información o conocimiento previo.
- APRENDER: Los estudiantes comparan los nuevos conocimientos que se vieron en el paso anterior, y abstraen la información nuevas y perspectivas que la actividad generó, de modo tal que identifican oportunidades de mejora o de fortalezas sobre lo desarrollado.
- APLICAR: Los estudiantes una vez que han aprendido, para que esta se fije, planifican e implementan acciones futuras en base a los hallazgos o conocimientos que han identificado, a la vez que examinan la posibilidad de transferir lo aprendido a otras situaciones.
Comprendiendo que el aprendizaje activo, tiene como eje las actividades que el estudiante realiza para lograr los aprendizajes necesarios para su formación profesional, es que esta se complementa con el aprendizaje experiencial y colaborativo, en tanto que lo que los estudiantes realizan en las etapas del aprendizaje activo es desarrollar y vivenciar experiencias de aprendizaje colaborativa, que tiene las siguientes fases de acuerdo a lo propuesto por Kolb (2014) mencionado en el documento del Modelo Educativo de la Universidad Continental:
- EXPERIENCIA CONCRETA: Los estudiantes realizan actividades de experimentación concreta en forma colaborativa, poniendo en marcha los saberes previos que poseen para llevar adelante la actividad en forma objetiva y concreta
- REFLEXIÓN Y OBSERVACIÓN: Los estudiantes reflexionan sobre la actividad anterior, señalando qué hicieron, cómo lo hicieron, qué lograron, qué conocimientos pusieron en práctica, etc., de modo que se establezcan conexiones entre lo que hizo y los resultados que obtuvo, en comparación a lo realizado por los otros equipos, identificando oportunidades de mejora.
- CONCEPTUALIZACIÓN: Los estudiantes abstraen los conceptos involucrados, y de los que requiere para comprender mejor la experiencia vivida hasta la etapa anterior, para ello revisan/exploran conocimientos conjuntamente con el docente, adquiriendo nueva información que le permita identificar nuevas oportunidades de mejora a la actividad inicial realizada.
- EXPERIMENTACIÓN ACTIVA: Los estudiantes una vez que han enriquecido sus saberes previos, con nuevo conocimiento adquirido de la socialización de lo que han desarrollado colaborativamente en la primera y segunda etapa, así como con la abstracción de los conceptos o conocimientos adquiridos juntamente con el docente, proceden a desarrollar nuevamente la actividad inicial, incorporando todas las mejoras identificadas, o a desarrollar una nueva experimentación a la luz de los conocimientos adquiridos.
Como apreciamos, es fundamental que, en el diseño de las experiencias de aprendizaje, los docentes planifiquen e implementen actividades para que los estudiantes sean los sujetos activos y protagonistas de su proceso de aprendizaje, de modo tal que estos interactúen con sus pares, docentes, contenidos, docentes, actividades, experiencias en los ecosistemas digitales y físicos de aprendizaje de los que dispone.