¿Alguna vez ha enseñado una clase en la cual los estudiantes estaban tan desinteresados que podía sentir el aburrimiento en el aire? Creo que, de alguna manera u otra, a muchos nos ha pasado, estar en un salón con miradas vacías, preguntas que no se responden y ojos centrados en los teléfonos móviles.
Ahora, recordemos esa clase en la que los estudiantes están tan enganchados que el tiempo se pasa volando. ¡Qué increíble se siente!
Para los docentes, está claro cuando los estudiantes no participan durante la clase. Pero, ¿por qué es tan importante la participación de los estudiantes?
El alto compromiso de los estudiantes es un pilar fundamental de una clase de educación superior exitosa, no solo para ellos, sino también para el docente. Por lo tanto, es esencial implementar estrategias que mantengan el nivel de enfoque requerido para una experiencia de aprendizaje óptima.
Estrategias para estimular la participación
Estas son algunas estrategias que podemos utilizar para hacer que nuestros estudiantes estén un poco más motivados y enfocados:
Cree un entorno de aprendizaje activo
Hay muchos docentes que aún no se sienten cómodos usando metodologías activas en el aula, es muy probable que sea debido a que somos especialistas en nuestro tema, pero no en metodologías pedagógicas activas. Por ello, incluya actividades que permita que los estudiantes participen en su aprendizaje pensando, discutiendo, investigando y creando. En clase, los estudiantes pueden practicar habilidades, resolver problemas, contestar preguntas complejas, tomar decisiones, proponer soluciones y explicar ideas en sus propias palabras a través de la escritura y la discusión.
Revise «35 estrategias de aprendizaje activo» (clic aquí)
Piensa-comparte
Se usa para estimular a los estudiantes a trabajar juntos para resolver problemas. Los estudiantes toman unos momentos de reflexión individual para reunir sus pensamientos sobre un tema determinado. Luego, se les pide que discutan sus pensamientos con un compañero. A continuación, el par de estudiantes se junta con otro par para compartir lo que se ha discutido.
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Ensayo en un minuto
Como parte de una evaluación formativa. Al final de la clase o justo antes de un descanso, pregunte: «¿Cuáles son los dos puntos más importantes de la sesión de hoy?» o «¿Cuál fue el punto más turbio (menos claro) de la sesión de hoy?» Dé a los estudiantes 1 o 2 minutos para escribir respuestas breves y entregarlas de forma anónima cuando salgan del aula. Aborde las respuestas de los estudiantes ya sea durante la próxima clase o en línea.
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Relevancia del curso
Haga que el curso sea relevante. Los estudiantes quieren que los cursos sean relevantes y significativos. Use ejemplos del mundo real para enseñar; cuando el curso sea relevante para una ocupación específica, asegúrese de que esté alineado con las necesidades actuales de la ocupación.
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Círculos concéntricos
Pida a los alumnos que formen dos círculos, un círculo interior y un círculo exterior. Cada estudiante en el interior está emparejado con un estudiante en el exterior. Pídales que se sienten uno frente al otro. Plantee una pregunta al grupo más amplio y pida a las parejas que discutan sus respuestas. Haga que los estudiantes en el círculo exterior se muevan un espacio después de cinco minutos para que estén parados frente a un compañero diferente. Repita el proceso durante algunas rondas, haciendo una nueva pregunta cada vez y exponiendo a los estudiantes a las diferentes perspectivas de sus compañeros.
Evaluar, diagnosticar, actuar
Esta actividad ayuda a fortalecer las habilidades de resolución de problemas de los estudiantes y puede estimular debates más dinámicos. Proponga un tema o declaración controvertida, luego siga los pasos a continuación para iniciar una discusión.
- Evaluación: ¿Cuál es el principal problema o cuestión?
- Diagnóstico: ¿Cuál es su causa raíz?
- Acción: ¿Cómo podemos, como grupo, resolver el problema?
Sillas filosóficas
Lea en voz alta un problema que tenga dos respuestas posibles – de acuerdo o en desacuerdo. Pida a los alumnos que se muevan a un lado del salón o al otro, dependiendo de si están de acuerdo o en desacuerdo con la afirmación. Una vez que todos los participantes hayan seleccionado un lado, anime a los estudiantes de ambos lados a argumentar a favor de su posición. De esta manera, los estudiantes pueden visualizar dónde se encuentran las opiniones de sus compañeros, en comparación con las suyas.
Uso de simuladores
Los simuladores educativos tienen el potencial de involucrar a los estudiantes en un «aprendizaje profundo» que potencia la comprensión en lugar de un «aprendizaje superficial» que solo requiere memorización. Brinda a los estudiantes la oportunidad de practicar las habilidades aprendidas en situaciones de la vida real. La simulación educativa es un método de enseñanza que pone a prueba los conocimientos y los niveles de habilidad de los participantes colocándolos en escenarios en los que deben resolver problemas activamente.
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