El aprendizaje de los estudiantes de ingeniería es un proceso multifacético que combina la teoría con la práctica, el pensamiento reflexivo crítico con la creatividad y la colaboración con la autoeficacia. La integración de diversas estrategias y recursos es fundamental para lograr que los estudiantes estén aptos para afrontar los desafíos del mundo real en sus futuras carreras. A continuación se presentan 5 estrategias que permiten desarrollar ese propósito.
Esta estrategia habilita a los estudiantes, aplicar la teoría a situaciones prácticas, desarrollando en ellos habilidades de pensamiento reflexivo, crítico y de resolución de problemas.
Los estudiantes aprenden resolviendo problemas complejos que no tienen una única solución correcta, fomentando la reflexión, el pensamiento crítico y la aplicación práctica de conocimientos.
Los estudiantes adquieren la información teórica en casa (aprendizaje autónomo) y utilizan el tiempo de clase en la universidad para las actividades prácticas (aprendizaje colaborativo), resolución de problemas y discusiones.
Utiliza software y herramientas de simulación para que los estudiantes puedan diseñar, probar y optimizar sistemas y procesos.
Esta estrategia facilita a los estudiantes su aprendizaje a través de la experiencia directa, reflexionando sobre sus acciones y resultados.