El exdecano del Colegio de Abogados de Lima, Vladimir Paz de la Barra, participó del I Ciclo de Conferencias Magistrales sobre Empresa, inversión e innovación que realizó la Universidad Continental. El abogado disertó “El pensamiento liberal en el Perú actual”, tema con el cual enfatizó que la política y el Derecho deben estar al servicio de la economía y dinamizarla.

“Siempre escucho que el liberalismo pretende un Estado pequeño y que va dejar que la economía se rija bajo sus propias leyes, de tal forma que el gobierno se dedique a temas solamente de lucha contra la delincuencia, seguridad ciudadana y algunas normas nada más. No es así. Yo no soy liberalista; sin embargo, cuando uno lee las leyes del liberalismo se da cuenta que hay autores que señalan que ésta propone cómo lograr que la sociedad esté ordenada y sea justa”, explicó.

Para entender cómo se origina la sociedad, Paz de la Barra habló sobre dos aspectos fundamentales: la economía y la política. “La economía se sustenta en el trabajo del hombre y el capital. El trabajo, por más modesto e individual que parezca, en realidad siempre es colectivo. Un carpintero, por ejemplo, se vale de herramientas y técnicas hechas y aplicadas por otros. Entonces, podemos decir que del trabajo del hombre emergen las relaciones sociales y en esas relaciones se producen conflictos”, detalló.

Los problemas y conflictos requieren de un orden, de un gobierno, de una administración. En síntesis del poder, señaló el abogado. Indicó que este último es la única forma de dirección y administración que ha conocido el hombre para gobernar las comunidades. “Las normas sociales que emergen de quien tiene uso del poder son de cumplimiento obligatorio bajo pena de sensación. Por lo tanto, nos encontramos con que el Derecho emerge del poder y nos damos cuenta que la política y el derecho tienen que viabilizar el desarrollo de la economía para lograr una sociedad justa. El problema es que en nuestro país no sabemos qué es justicia”, sentenció.

Finalizó afirmando que el liberalismo no pretende intervenir en la economía, sino que el Derecho y la política lo hagan.