Que ciertos poderes financien partidos políticos y que esto dé paso al pago de favores durante un gobierno no es una novedad en el Perú. Desde la independencia, las elecciones han sido controladas por grupos de poder y existe infiltración corporativa. Lamentablemente, el país no se está dando cuenta que sufrimos el riesgo de dar paso a un narcoestado. Así lo aseguró el periodista Juan Carlos Tafur en la Universidad Continental.

Durante su exposición en el I Seminario & Workshop de Comunicaciones, en el que participó junto a Rosa María Palacios, el periodista disertó el tema: “Elecciones, gobernabilidad y prensa vigilante”. En él explicó que las personas ligadas al narcotráfico ya no buscan solamente financiar equipos deportivos u otras formas de entretenimiento, sino que pretenden tener participación y control político. “Ya no basta tener el control sobre policías, fiscales o jueces, ahora quieren alcaldes, congresistas y gobernadores regionales”, dijo.

Uno de los casos que demuestran que la red de la mafia “está lanzada” es el de César Álvarez, expresidente regional de Ancash, por el caso La Centralita. “Ya no solo estamos ante la necesidad de lavar dinero. La mafia y la política están firmando contratos perpetuos que no se disuelven y se están estableciendo nexos por miedo o corrupción”, señaló Tafur. Aseguró que las elecciones del 2014 fueron un globo de ensayo y que el plan piloto se está preparando para el 2016. “El narcoestado empieza a construirse y el Estado formal no tiene capacidad de respuesta”, lamentó.

DESAFÍOS. Ante esta emergencia democrática Juan Carlos Tafur señaló que todas las instituciones deben comprometerse para erradicar las prácticas delictivas. “La ONPE sola no va a poder derrotar los peligros de grupos de poder y núcleos mafiosos”, señaló. Asimismo, subrayó que la prensa debe ir más allá del periodismo informativo, apuntar a la investigación como requisito indispensable. “El rol de la prensa es servir como auditor. Debemos responder ahora, sino vendrán muertes”, anunció.

Finalmente, hizo hincapié en que falta una reforma electoral ya. “La nueva democracia debe promover un voto voluntario, con un nuevo esquema de voto preferencial. La ONPE debe tener mayores atribuciones para monitorear a partidos no solo durante ocasiones electorales y deben existir mayores infracciones y sanciones para los corruptos”, exigió.